domingo, 8 de julio de 2012

MAS DEUDAS Y NEGOCIOS EXTRAÑOS EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES




Más deuda y negocios extraños en la ciudad de Buenos Aires

El Gobierno porteño consiguió una expansión presupuestaria de 3.500 millones. Dudas sobre la multiplicación de costos ligados a la recolección de basura y la emisión de deuda. Sospechas sobre las bicisendas y el Metrobús





Mauricio Macri obtuvo raspando el respaldo de la Legislatura para ampliar en 3.468 millones de pesos el presupuesto de la Ciudad. Aunque incluso algunos bloques de la oposición entendieron la necesidad de modificar los números para que el Gobierno porteño pudiera afrontar aumentos salariales acordados en paritarias, hay otros ítems de la expansión que llaman la atención. El primero tiene que ver con nueva deuda contraída que los sucesores de Macri algún día deberán pagar. El segundo con una multiplicación llamativa de los gastos a cargo de la Jefatura de Gobierno y del jefe de Gabinete de Ministros, Horacio Rodríguez Larreta. En el primer caso se suman casi diez millones de pesos. Rodríguez Larreta pasa de los 760 millones de pesos previstos antes de la ampliación presupuestaria a 917 millones, una diferencia de 157 millones. Finalmente, cuando se trata de obras de infraestructura, sobre algunas pesan sospechas, como la ampliación del circuito de bicisendas y del Metrobús. En otros casos, las suspicacias tienen que ver con la multiplicación del negocio de la recolección de la basura y a posibles acuerdos entre Macri y Hugo Moyano.


Actualizado, el presupuesto de la Ciudad sobrepasa los 35 mil millones de pesos. Cerca de la mitad del nuevo monto incorporado tiene que ver con el pago de salarios. Para el legislador opositor (GEN) Martín Hourest, lo más llamativo tiene que ver con que “el verdadero gasto está en las renegociaciones de precios de los contratos por insumos. La tasa de reajuste es del 40 por ciento anual. La Ciudad compra a lo bobo y no ejerce poder de negociación. Los proveedores imponen los precios que son muy superiores y condicionan a la Ciudad”. En diálogo con Miradas al Sur, Hourest aclara que “lo más grave no son los 220 millones para pagar indemnizaciones a los trabajadores de recolección de basura” (N. de R: una negociación que según trascendió fue directa entre Moyano y el jefe de Gobierno). Para el legislador, lo importante son “los 418 millones que se destinan a recolección de basura, lo que implica una redeterminación de precios del 25%. Es un sector que lleva un aumento del 700% desde el inicio del contrato en 2005”.
Hourest está entre los opositores que más detenidamente estudiaron cómo evolucionaron los números de la recolección de basura. Según sus datos, cada vecino de la Ciudad paga por cabeza por recoger la basura dos veces más que los habitantes de la ciudad de Córdoba y más del triple de lo que se gasta en Santa Fe y Rosario. En entrevistas recientes publicadas en este medio, los intendentes de Berazategui y Lanús hablaron de las bondades que tiene, en términos de ahorro, gestionar la recolección de basura de otro modo. Por ejemplo: sin Covelia. Y aunque el padre de Mauricio Macri se dedicó a ese negocio, parece que su hijo aún no aprendió a ahorrar.


Ruido de camiones. El modo en que Macri viene actualizando los contratos de recolección llamó la atención de varios legisladores, pero a la vez ninguno brinda datos decisivos que permitan determinar hasta dónde se puede hablar de ineficacia, irregularidades o delitos. La indemnización de 220 millones arreglada con los camioneros es un punto repetido. Otro es la entrada a la ciudad de la empresa Covelia, eternamente vinculada, según medios y políticos opositores al kirchnerismo, con Camioneros. Su titular, Ricardo Despresbiteris, desmintió más de una vez esa relación. Lo que sí reconoció el año pasado es que Covelia –que maneja su negocio en 12 municipios del conurbano bonaerense– ya penetró suelo porteño alquilando sus camiones a otras firmas del rubro. Hay quienes suman sospechas sobre los posibles vínculos Macri-Moyano en otros quehaceres: la cesión del club Comunicaciones y las licitaciones de grúas y parquímetros, donde también pisan las ruedas de los camiones, con unos 800 trabajadores involucrados.
Pese al clima previo a la sesión en la que se amplió en cerca de un diez por ciento el presupuesto de la ciudad, no fue de estas cosas de lo que más se debatió. El oficialismo había advertido que sin esa ampliación iba a ser imposible pagar los aumentos salariales acordados. El argumento de algún modo caló. Incluso un legislador del Frente para la Victoria, Alejandro Amor, apoyó el pedido, sabiendo quizá que su voto no era decisivo para la victoria macrista, asentada en acuerdos con dos legisladores pertenecientes al espacio de Patricia Bullrich más un seguidor de Francisco de Narváez. Aunque el resto del bloque se abstuvo, Amor, según trascendió, explicó ante sus pares que no podía ir en contra de los intereses de su gremio de origen, Sutecba.
Inmediatamente después el legislador suscribió un comunicado unificado del bloque kirchnerista que planteó el repudio a “la metodología extorsiva utilizada por el PRO para conseguir aprobar una escandalosa ampliación presupuestaria”. “Con la excusa del aumento de la pauta salarial –dice el comunicado–, el PRO consiguió aprobar un endeudamiento escandaloso e injustificadas transferencias de recursos al sector privado, sin contemplar necesidades en áreas sensibles como Salud o Educación… Mientras se produce el cierre de la terapia intensiva pediátrica del Durand, el PRO nos obliga a endeudarnos para construir 50 kilómetros de bicisenda”.
Pedaleo oscuro. Con Mauricio Macri de visita en los Emiratos Árabes, el legislador PRO Cristian Ritondo explicó que la modificación presupuestaria “incorpora un incremento de las fuentes financieras por 390 millones de pesos bajo el concepto de endeudamiento público, monto que se encuentra destinado a la ejecución de distintas obras de infraestructura vial, como el Metrobús, el bicing, la señalización, los pasos bajo nivel, el Nodo Retiro y la peatonalización del microcentro”. El legislador kirchnerista Francisco “Tito” Nenna recordó al respecto que “cada año el macrismo apela a ampliaciones presupuestarias, sin haber ejecutado el dinero previsto, y promueve la colocación de bonos que permanecen ociosos en el Banco Ciudad mientras se pagan por su valor elevadas tasas de interés”. Nenna insistió en que “entre los préstamos adquiridos en 2010 y 2012, el Gobierno porteño obtuvo 900 millones de pesos para realizar obras en la red de subterráneos pero ni siquiera cumplió con las promesas de campaña que hiciera Macri”.
Si la postura de un opositor a Macri es previsible, lo interesante es que los dos primeros destinos de los créditos de los que habla Ritondo, la ampliación del Metrobus y de los circuitos de bicisendas, fueron señalados por algunas turbiedades. Fue el diario La Nación el que llamó la atención sobre el punto. El diario publicó a fines de mayo pasado que ex funcionarios del área de transporte tanto del gobierno porteño como del nacional en la gestión de Juan Pablo Schiavi serían accionistas de las empresas beneficiadas: Ingeniería en Relevamientos Viables S.A. y American Traffic. Ambas se dedican a trabajos de consultoría y obras. Un párrafo del artículo publicado por el periodista Iván Ruiz dice que “el Metrobús, las ciclovías y los contracarriles, iniciativas emblemáticas del macrismo, son algunos de los proyectos en los que participaron” esos ex funcionarios, quienes también habrían tenido relación con el monitoreo de la tarjeta Sube. El aumento de gasto destinado a la extensión del Metrobús, las bicisendas y obras relacionadas, según las planillas oficiales, es de 140 millones de pesos.













Cabandié y el “acuerdo” con Moyano
Para el legislador porteño (FPV) Juan Cabandié, no se trata de versiones, pistas o interpretaciones posibles. “La aprobación de la partida presupuestaria se corresponde con un acuerdo entre Macri y Moyano”, asegura. Y dice: “Los 100 mil trabajadores de recolección, ex Manliba, tienen continuidad laboral y se les ha reconocido la antigüedad. Sin embargo, la Ciudad les va a destinar 220 millones de pesos en concepto de indemnización. Esta deuda debería ser asumida por la empresa de residuos y no por los habitantes de la Ciudad. A pesar de que cobran el canon más alto del país, vivimos en una ciudad cara, sucia y con un servicio malo”.
Según Cabandié, “los proyectos de obras para el Metrobús jamás pasaron por la Legislatura”. En cuanto al endeudamiento, “la metodología es la emisión de bonos, pero no dan los tiempos para colocarlos este año. Evidentemente, el Gobierno porteño está proyectando para el 2013. La prioridad para esta gestión pasa por cuestiones estéticas”.