domingo, 16 de diciembre de 2012

LAS REDES DE TRATAS EN LA ARGENTINA




REDES DE TRATAS OPERAN EN ARGENTINA



Redes de tratas: las rutas argentinas del tráfico de mujeres
Dentro del país hay bandas que “compran” y “venden” mujeres para hacerlas “trabajar” en prostíbulos de la Argentina o de países limítrofes.
En esas redes hay vías de “importación”, “exportación” y tránsito.
Por Virginia Messi
El 40 por ciento de las mujeres entrevistadas que entraron a Chile como víctimas de organizaciones de “trata” son argentinas. Más de la mitad de las jóvenes paraguayas que caen en manos de bandas de “proxenetas” internacionales terminan esclavizadas en prostíbulos argentinos.
Estos números alcanzan como ejemplo y pertenecen a dos estudios de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Fueron realizados en Paraguay, Chile, Argentina y Uruguay e intentan sintetizar —en base a recopilaciones de causas judiciales— una complejísima problemática: el “comercio” de mujeres que son sacadas de sus pueblos o ciudades, en la inmensa mayoría engañadas con atractivas ofertas de trabajo, y terminan obligadas a prostituirse a fuerza de amenazas y golpes.
Bajo el lema común “Cuánto más joven, mejor calidad y mayor precio” —tomado así de boca directa de un reclutador misionero— las redes de “trata de personas con fines de explotación sexual” (tal su nombre técnico) van y vienen por las fronteras de la región llevando y trayendo nenas, adolescentes y mujeres que alimentan el negocio del sexo.
En motos, taxis, micros y autos las bandas trasladan a las víctimas, casi siempre por tierra. De acuerdo con los testimonios tomados por los investigadores de la OIM, algunas veces Ezeiza es una escala hacia España de mujeres argentinas o paraguayas, todo formalmente legal. En otro casos, la ruta hacia Europa se triangula en Chile, que incluso tiene su propia línea de mujeres locales con demanda en Asia.
De la región estudiada, Uruguay parece ser el país menos conflictivo. Se lo considera zona de tránsito con la Mesopotamia argentina. “Se ha apuntado que los pasos Concordia—Paysandú (en el litoral argentino) y Livramento—Rivera y Yaguarón—Río Branco (ambos con Brasil) podrían ser vías de entrada para argentinas y brasileras”, apunta el informe de la OIM, presentado en diciembre.
Una encuesta realizada a 125 trabajadoras sexuales atendidas en el Hospital Maciel, de la ciudad uruguaya de Montevideo, reveló otro dato: el 10 por ciento de las ofertas para trabajar en el exterior por parte de redes de trata tiene como destino 

Argentina. Este destino es el segundo de oferta, luego de Italia, e iguala en porcentaje a España.
En el documento de la OIM se transcriben las historias de dos mujeres dominicanas, víctimas de una oleada de trata impulsada cuando un dólar era igual a un peso (la conocida política del 1 a 1), que terminaron prostituyéndose en Plaza Once. Allí fueron entrevistadas y contaron que una vez en la Capital argentina “un hombre de unos 40 años les ofreció ir a Chilecito (La Rioja). Al principio estaban en libertad, luego comenzaron a encerrarlas, no iban solas a ningún lado…aparecieron los golpes y maltratos“.
Las mismas jóvenes contaron que “las que tienen suerte van a Puerto Madryn” (en Chubut) y denunciaron la “existencia de un reclutador que, en la plaza, busca mujeres para ir a Chile”.
El principal método de captación es el engaño: se ofrece a la víctima (o a su familia en caso de ser menores de edad) un trabajo bien remuneradopromotora, doméstica, niñera— en una ciudad atractiva (Buenos Aires, Córdoba o Viña del Mar).
Entonces se las traslada y luego se las obliga a prostituirse con la demanda de pagar los gastos del viaje, el alojamiento, la comida y la ropa. También son prenda de compra/venta: una chica joven puede venderse por 5.000 dólares, pero a veces los valores son mucho menores: la OIM registró el caso de una mujer que fue comprada por 1500 pesos y un viejo Ford Falcon.
Esto se aplica tanto en la “trata interna” (entre provincias) como a la “internacional”. Si la joven es de otro país las bandas le retienen su documentación.
“Las mujeres argentinas llevadas a Calama y Antofagasta (Chile) eran de Salta y pasaron la frontera a través de los pasos fronterizos de Jama y San Pedro de Atacama. Las víctimas argentinas trasladadas a Viña del Mar ingresaron a Chile provenientes de Mendoza por el paso Cristo Redentor
 “Nunca imaginé que fuese a suceder algo así. Yo sólo necesitaba juntar algo de plata para seguir estudiando. Nunca sospechamos lo que pasó al final. Cuando me hacen hablar de ellos siento mucha rabia, pero miedo también”, les contó a los entrevistadores una chica argentina que en 2005 respondió a un anuncio publicado en la prensa mendocina buscando promotoras para trabajar en Viña del Mar. Terminó amenazada y forzada a “prostituirse en un club nocturno y prostíbulos clandestinos”.


De los casos registrados en los informes se desprende que Argentina, además de tener redes internas “importa”, “exporta” y puede convertirse en un país de tránsito para mujeres víctimas de trata en la región y hacia Europa, casi con exclusividad España y más precisamente hacia las ciudades de Vigo y Burgos.
En cuanto a la importación de mujeres el mercado argentino de las redes de trata se alimenta casi con exclusividad con paraguayas. Al dato de que el 52 por ciento de las víctimas de trata de Paraguay son traídas al país se suma otro más terrible: el 40% por ciento de ellas son menores. Entran al país con documentos falsos. Por lo que el Estado Argentino entre motivos va a aumentar las medidas de seguridad de documentos personales.
“Los resultados indican claramente que el principal destino de las jóvenes por debajo de los 18 años es Argentina. Esto se explicaría por la proximidad del país y por la facilidad para cruzar la frontera”, por su gran extensión, denuncia el estudio de la OIM/Paraguay.
Para conocer mejor el tema, basta con el testimonio de un contactador paraguayo: “Una persona viene de Buenos Aires en busca de chicas, paga al contacto entre 1000 y 1500 pesos si confirma que hay chicas. El argentino viene cada 22 días a Encarnación. Llevan por viaje de 6 a 7 mujeres, tanto chicas como señoras; también, con este señor, van tres o cuatro menores al mes”.
También está el testimonio de una nena: “Una vez fue una señora a mi casa y le dijo a mi mamá que me iba a llevar para trabajar en una casa y todo eso. Me dio nada más algo adelantado de mi sueldo supuestamente. Llegué a su casa y me puso a trabajar en un prostíbulo”.
Desde el 2008 se han puesto en ejecución importantes y novedosas medidas de control por parte de Estado Nacional, ero siguen siendo laxos evidentemente algunos Estados Provinciales y Municipales, en tanto para la oferta sexual, que reinventa permanentemente sus métodos, permitiendo una mayor y desinhibida demanda, como un aumento audaz y novedosos métodos para  la ¨importación¨, ¨exportación¨¨y transito de mujeres destinadas a la esclavitud sexual, siempre y con la inevitable complicidad del Poder Jurisdiccional y Policial.